
Bajo el hombre común de malas hierbas se agrupan unas 300 especies de plantas, pero el número de plantas realmente “malas” para nuestro cultivo se reduce a 12, normalmente plantas invasoras que desplazan vegetación autóctona.
Los agricultores invierten dinero y esfuerzo en eliminar estas indeseadas, pero… ¿es realmente necesario? Algunas de estas hierbas que arrancamos sin pensarlo dos veces tienen más de un beneficio para el suelo y para nuestros cultivos. Analicemos punto por punto cuáles son estos beneficios.
Beneficios de las “malas hierbas” en el huerto
1. Mayor retención de la humedad: La incidencia de los rayos del sol en el suelo incrementa la evaporación, disminuyendo así la humedad almacenada en el suelo. Sin embargo, una cobertura vegetal protege el suelo de los rayos directos. Además, las raíces de las plantas favorecen la infiltración del agua de lluvia, que de otro modo podría suponer un peligro por erosión para las tierras de nuestro huerto. Lo que nos lleva a la siguiente ventaja.
2. Disminución de la erosión: La pérdida de suelo por erosión es uno de los grandes problemas de la agricultura actual. Debido a ello disminuye la fertilidad, incrementando la desertificación. Las raíces de las plantas ayudan a retener el suelo en su sitio,por tanto una cobertura de vegetación implica una red radicular de la misma envergadura y una excelente protección del suelo.
3. Aporte de nutrientes: Si, muchas de las comúnmente llamadas malas hierbas son capaces de captar Nitrógeno atmosférico y filtrarlo en el suelo, de modo que queda disponible para el resto de las plantas vecinas. Este es el caso de leguminosas como los tréboles. En la foto superior podéis observar una estampa bastante típica de tierras valencianas: un campo de naranjas con una cobertura de agrillo (o como lo llamamos por aquí: agret). Éste trébol retiene el suelo durante las lluvias torrenciales del mediterráneo y además aporta un Nitrógeno del que se benefician los naranjos.
4. Cobijo a fauna auxiliar: Ya os hemos comentado la importancia de la biodiversidad en el huerto en posts anteriores. Generar las condiciones idóneas para atraer a cierta fauna nos ahorrará muchos quebraderos de cabeza en el futuro. En el olivar, por ejemplo, favorecer un manto de mostaza blanca reduce la afección de verticilosis.
Deja una respuesta